#24 Estructuras!
Las estructuras son las encargadas de darle a las cosas su aspecto distintivo ya que son la armadura que las sostiene. Nuestro esqueleto, por ejemplo, "estructura" a nuestro cuerpo al brindarse como su soporte y vaya que no resulta muy tentador imaginar el aspecto que tendríamos si careciésemos de huesos!
Los hilos de lana que las agujas van enlazando terminan conformando estructuras con la que nos vestimos y abrigamos. También son estructuras el modo en que se acomodan los átomos de una molécula de agua o el encadenamiento de las palabras en versos y estrofas o la manera en que se suceden los capítulos de una novela o las acciones de una película.
Pero ante todo, las estructuras deben ser fuertes, de ello depende que la totalidad no se desarme ni se desplome. Un puente tiene que soportar su propio peso, el de todos los vehículos que lo transitan y resistir las cargas que le impone la naturaleza con sus vientos, sismos, nevadas y diluvios.
Aunque generalmente están ocultas bajo una piel que las cubre, algunas estructuras se destacan por mérito propio, tal el caso de esa colosal antena de hierro de más de trescientos metros de altura que apoya sus cuatro pilares sobre la ciudad de París: la Torre Eiffel, el monumento más visitado del mundo.
Como se puede adivinar, en la clase del último sábado nos dedicamos a armar nuestras propias estructuras, hiper-livianas pero super-robustas, con un intrincado juego de vigas y conectores que nos plantearon un sabroso desafío de equilibrio, resistencia y estabilidad. Al final, todos terminamos recordando aquello que, con sabiduría, suelen repetirnos una y otra vez nuestros abuelos: “lo importante es tener una buena base!”
Pero ante todo, las estructuras deben ser fuertes, de ello depende que la totalidad no se desarme ni se desplome. Un puente tiene que soportar su propio peso, el de todos los vehículos que lo transitan y resistir las cargas que le impone la naturaleza con sus vientos, sismos, nevadas y diluvios.
Aunque generalmente están ocultas bajo una piel que las cubre, algunas estructuras se destacan por mérito propio, tal el caso de esa colosal antena de hierro de más de trescientos metros de altura que apoya sus cuatro pilares sobre la ciudad de París: la Torre Eiffel, el monumento más visitado del mundo.
Como se puede adivinar, en la clase del último sábado nos dedicamos a armar nuestras propias estructuras, hiper-livianas pero super-robustas, con un intrincado juego de vigas y conectores que nos plantearon un sabroso desafío de equilibrio, resistencia y estabilidad. Al final, todos terminamos recordando aquello que, con sabiduría, suelen repetirnos una y otra vez nuestros abuelos: “lo importante es tener una buena base!”
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