lunes, 26 de mayo de 2014

Taller de Arquitectura para niñas y niños en el Museo de Arte Moderno.

#7 Nómadas!

En la época en que no había heladeras ni supermercados no era tan sencillo mantener satisfecho el apetito y el hombre estaba obligado a vagar casi todo el tiempo en procura de su alimento, allí donde estuviera disponible, acompañando a las manadas de animales que aseguraban la supervivencia de su clan.
Es por eso que sus casas debían estar habituadas al andar y siempre dispuestas a partir en busca de nuevas aventuras.
Tiendas hechas de piel y hueso, ni muy grandes ni muy pesadas, fáciles de armar y desarmar y en absoluto perezosas, así es como deben ser las viviendas de los nómadas, las personas que andan de aquí para allá sin domicilio fijo.
Se cuentan entre ellos a los beduinos, los ejércitos en campaña, los acampantes, los bañistas y todos los "desplazados", aquellos que por alguna razón de fuerza mayor se ven obligados a abandonar sus casas.
Nosotros, contagiados por el mismo espíritu comunitario de estos pueblos, dimos nacimiento a la primera maqueta de nuestro taller: un inexpugnable círculo de tipis decorados con dibujos y símbolos que, si prestamos atención, de seguro nos cuentan historias de sus creadores.









domingo, 18 de mayo de 2014

Taller de Arquitectura para niñas y niños en el Museo de Arte Moderno.

#6 Cavernícolas!

Preguntarnos por la primera habitación del hombre nos obligó a retroceder en el tiempo hasta dar con aquel paisaje congelado de la era glacial dominado por los enormes mammuts y los temibles tigres de dientes de sable.
Por aquellas épocas, a la conquista del mundo iba, ya completamente erguido, un peludo protohombre cuya presencia y modales dejaban mucho que desear pero que era poseedor de una flamante inteligencia que le permitió, no sin sobresaltos, comprender el misterio del fuego, domesticar animales y cultivar la tierra.
Fue en las cavernas donde nuestro ancestro sintió por primera vez el calor del hogar.

Guarecido por semejante mole de roca, y con la panza llena, dedicó sus horas libres a repartir roles y tareas a un grupo familiar que se volvía cada vez más numeroso.
Entre todas ellas hemos destacado a la de los pintores y los joyeros y nos hemos dedicado a hilvanar roco-collares y a decorar a punta de carbonilla las paredes de nuestra sala de educación con representaciones de todo aquello que formaba parte de sus vidas (y alguna de la nuestra) emulando aquel chispazo de cultura que llevó a nuestros remotos antepasados a dibujarse a sí mismos como un primer paso de las muchas cosas que iban a venir.
Uga-Uga!








martes, 13 de mayo de 2014

Taller de Arquitectura para niñas y niños en el Museo de Arte Moderno.

#5 Luz y Sombra!

Si el mundo estuviera iluminado por una luz muy intensa, tanto como para no dejar que los objetos proyectaran sombra alguna, no podríamos distinguir nada! Todo se volvería chato, sin contornos, sin relieves y sin texturas. Algo similar sucedería si estuviéramos hundidos en la más profunda oscuridad.
El juego entre luces y sombras que se establece en los pliegues de las formas de un edificio, con sus cortes, dislocaciones y claroscuros, conforma el idioma básico a través del cual la arquitectura dice presente y se expresa.
A tan sutil material le hemos dedicado la clase del sábado. Encaramos dos trabajos grupales a escala real que fueron modelo de concentración y compañerismo.
Primero decidimos teñir el paso de la luz con filtros de colores hasta darle a la sala de educación del museo un clima tan reposado y sobrenatural como el de una catedral. A continuación, dimos vida a un sinfín de personajes que interpretaron un estrambótico desfile por las paredes y el techo en un final de fábula!













miércoles, 7 de mayo de 2014


Pines!

Nuestros pines ya están listos! A partir de ahora nuestro uniforme estará completo!
Querés uno vos también?






domingo, 4 de mayo de 2014

Taller de Arquitectura para niñas y niños en el Museo de Arte Moderno

#4 Arboles!

En esta ocasión nos aventuramos a indagar el mundo vegetal con ojos arquitectónicos y encontramos que los árboles, con sus raíces hundiéndose en lo profundo de la tierra y sus copas pobladas de inquilinos, son un claro ejemplo de vivienda original.
Su tronco, como una columna, soporta su pujanza vertical y le da al conjunto una nobleza de templo griego.
Para comprender el crecimiento fractal de sus ramas echamos mano al ejercicio planteado por Bruno Munari en su bellísimo "Drawing a tree", que luego nos encargamos de salpimentar a gusto.
Llevarlo todo a las tres dimensiones fue un desafío supremo que necesitó de gran destreza y precisión en el manejo de las tijeras.
La plantilla de papel de nuestros colegas de Maushaus nos regaló, a la postre, un arbolito de porte cubista que arraigó muy rápidamente en nuestros corazones.