Taller de Arquitectura para niñas y niños en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.
Como nunca antes, en la clase del último sábado hemos sido fieles al título que, no por casualidad, le hemos puesto a nuestro taller de arquitectura: la Conquista del Espacio.
Comenzamos con una sesión de pintura de alto vuelo y sobre la chatura de los cartones hemos plasmado fantasías y emociones como lo supieron hacer los expresionistas abstractos.
Pero luego de semejante desenfreno pictórico decidimos hacer estallar el plano en mil pedazos a corte de tijera para alcanzar la tan mentada tridimensionalidad. Encastramos los fragmentos a piaccere pero con intuición y algo de cálculo, ya que debíamos darle a las estructuras resultantes tanta poesía como estabilidad.
Parece simple, pero no lo es. Sucede que confiamos los unos en los otros y nos sabemos cada día un poco más aventureros.